Anoche soñé.
Que llegábamos juntos a un departamento,
no sé donde, pero obviamente de noche,
desde el que se escuchaba el mar.
Comíamos una ensalada tibia de zuchini con queso
(En una semi vigilia le agregué aceitunas negras)
Debo
haber llegado allí en el barco a la deriva en el que viajaba hace dos noches,
hace dos sueños.
1 comentario:
Hay poesía y algo de melancolía en estos sueños de llegadas y derivas, Elisa, tienes mucho arte también para la escritura.
Un beso,
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